martes, 5 de junio de 2012

Enseñanzas constantes

Siempre es grato leer y apreciar textos que, de una manera indirecta, a través del cuento o de la poesía, enseña la auténtica sabiduría. La tradición japonesa, como todas las tradiciones antiguas, es extremadamente rica en cuentos y en narraciones de todo tipo. La aportación de cuentos y prodigios de la tradición budista no deja de ser menos importante.

La intención de esta sección (se refiere a la página de procedencia) es reunir estos cuentos y narraciones de las artes marciales. Hay que ver en los textos que nos presenta sólo una agradable e inteligente manera de dar a conocer acontecimientos y narraciones a veces auténticos.

 Es difícil saber dónde acaba la historia y donde comienza el cuento en este mundo sutil y un poco mágico, real o maravilloso, de los grandes Maestros. 

Todos estos cuentos o narraciones poseen una enseñanza constante: El espíritu racional, el deseo de eficacia caen presos de sus propias trampas. Subyacente a la realidad, aparece otra realidad, se manifiesta una eficacia casi absoluta, y aquel que creía actuar o golpear es súbitamente vencido o alcanzado profundamente. 

Estas historias tienen como meta hacernos comprender que el umbral a alcanzar y la verdad a comprender nunca son evidentes, que la verdadera eficacia es a menudo secreta y oculta, incluso voluntariamente disimulada, ya que el colmo del verdadero conocimiento es burlarse de él, fingir que no se sabe nada. Personalmente he conocido a varios Maestros verdaderos que en apariencia podían ser confundidos con las personas más comunes. Esta viva tradición, particularmente en el mundo del sufismo, se ha convertido de hecho en una característica esencial del sufismo mismo. Se dice a menudo que un pir, un Maestro, y sobre todo un Maestro de Maestros, un polo, debe permanecer desconocido, incluso a veces a sí mismo.

La Humanidad está sembrada de seres cuya calidad interior es un campo de fuerza determinante para el bienestar y la protección de la vida. Estos seres, en si mismos centros espirituales, están ahí para crear alrededor de ellos influencias benéficas propicias para mantener y transmitir la tradición secreta.

Este es un punto estable, un centro que existe en cada ser y que es posible realizar, ya que no requiere nada que no esté en el hombre: una apertura a la sabiduría infinita desde adentro, una apertura a través de la cual surge a la luz y florece una sabiduría que como la de estos Maestros fascinantes, hace que los gestos, los dedos, los bastones, las cosas más insignificantes, se muevan como en la danza del Vacío.

fuente: desconocida


4 comentarios:

  1. Y recordad que los monjes de esas historias se juegan el pellejo constantemente para darnos esa lección de sabiduría xD

    Gracias Jesús!

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    1. Buena memoria...!!! así tenían que estar tan preparados !! jajajja...cada relato, un poquito de waza callejero..

      ;)

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