martes, 6 de diciembre de 2011

Reflexiones : Lo pasajero y lo definitivo - Seguir adelante

Lo pasajero y lo definitivo


Todos los caminos del mundo conducen al corazón del guerrero; él se sumerge sin vacilar en el río de pasiones que siempre corre por su vida.

El guerrero sabe que es libre para escoger lo que desee; sus decisiones son tomadas con coraje, desprendimiento y - a veces - con una cierta dosis de locura.

Acepta sus pasiones y las disfruta intensamente. Sabe que no es preciso renunciar al entusiasmo de las conquistas; ellas forman parte de la vida, y alegran a todos los que en ellas participanPero jamás pierde de vista las cosas duraderas y los lazos creados con solidez a través del tiempo.

Un guerrero sabe distinguir lo que es pasajero y lo que es definitivo.


Seguir adelante


El guerrero de la luz no siempre tiene fe. 
Hay momentos en los que no cree absolutamente en nada.
Y pregunta a su corazón: "¿Valdrá la pena tanto esfuerzo?"

Pero el corazón continúa callado, y el guerrero tiene que decidir por sí mismo.

Entonces busca un ejemplo. Y recuerda que Jesús pasó por algo semejante - para poder vivir la condición humana en toda su plenitud.

"Aleja de mí este cáliz", dijo Jesús. También Él perdió el ánimo y el valor, pero no se detuvo.

El guerrero de la luz continúa sin fe.
Pero, aún así, sigue adelante, y la fe termina volviendo.


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El Guerrero de la Luz Online es una publicación quincenal cuyo contenido puede ser distribuido libremente en Internet y publicado en páginas de acceso gratuito, siempre que se cite la fuente “El Guerrero de la Luz Online”, una publicación de www.paulocoelho.com.br 



sábado, 3 de diciembre de 2011

MAESTROS: Realizar SHUGYO

Kanshu Sunadomari, discípulo directo del Fundador, de quien recibió personalmente el 9º Dan en 1961, refiriéndose a unas palabras del propio O Sensei Ueshiba, se cuestiona en su libro “El Corazón del Aikido”:

“Me pregunto cuántos de los que practican aikido cada día en todo el mundo lo hacen para ayudar conscientemente a que fructifique el verdadero espíritu armonioso del universo. Por desgracia, me parece que la mayoría de los practicantes ni siquiera son conscientes de las palabras escritas del Fundador, y continúan practicando de un modo enfocado más a la destrucción física que a la armonía de la que él habló”.

De forma parecida, aunque algo más tímida, el propio Kisshomaru Ueshiba, se lamenta en “El Espíritu del Aikido”, de lo poco que se sigue (sobre todo, destaca, entre los propios japoneses) el verdadero mensaje, el significado profundo y esencial de las enseñanzas de su padre.

Es hora de dejar el comedimiento a un lado y llamar las cosas por su nombre al igual que lo hizo el mismísimo Morihei: “Un arte marcial en el que hay conflicto, ganar y perder, no es un verdadero budo”.

“El ‘aiki’ del que las artes marciales convencionales han hablado y el ‘aiki’ del que yo hablo son fundamentalmente diferentes tanto en esencia como en sustancia. Tengo la sincera esperanza de que ponderaréis esto detenidamente”.

El aikido no es un arte de luchar usando la fuerza bruta o armas mortíferas, o el uso del poder físico o de armas mortíferas para destruir a los enemigos de uno, sino un modo de armonizar el mundo y unificar la raza humana en una sola familia. Es un camino de servicio que opera a través del espíritu del amor a Dios y de la armonía universal […]; el entrenamiento en aiki es el entrenamiento de la técnica divina. Empezad a poner esto en práctica y el poder del universo se manifestará, y vosotros estaréis en concordancia con el universo mismo”.

“El verdadero budo es masakatsu gakatsu katsuhayabi (verdadera victoria, auto-victoria, vencerse a sí mismo, vencer el ego) y, por tanto, nunca puede ser derrotado. En otras palabras, ser invencibles es no presentar oposición ni luchar. Ser victorioso es vencer sobre el conflicto que reside en nuestro propio corazón, derrotando el impulso de luchar con otros; y desempeñar y completar la misión que Dios nos da”.

Estos y otros pasajes, reproducidos en “El Corazón del Aikido” están sacados del segundo número del boletín: “Aikido Shimbun”. Uno de esos boletines llevaba por título: “Poniendo en práctica la resonancia de la estructura universal”, y en él, el Fundador decía cosas como esta:

“Absorbe plenamente la resonancia del espíritu universal en tu cuerpo y en tu mente, y vincúlate armoniosamente con ella. La proliferación de esta actitud armonizará los corazones de las gentes del mundo. En otras palabras, conecta mediante la armonía y la unificación. No hace falta añadir que esto significa eliminar la guerra, la lucha y el conflicto. Todo es musubi, vincular y conectar mediante la armonía; esto es aiki”.

Si nuestra práctica no va dirigida a resolver el conflicto interno de la desarmonía, sino orientada a la lucha, a la oposición, a la dominación física y/o síquica por medio de la fuerza, si lo que pretendemos es conseguir técnicas destructivas, si buscamos el dominio egoísta de las técnicas físicas, NO ESTAREMOS PRACTICANDO AIKIDO. La defensa personal, o cualquiera otra consideración del orden que sea: contundencia, eficacia combativa; capacidad de respuesta ante una agresión, (incluso si se plantea dicha respuesta sólo en caso de darse una agresión, argumentando la necesidad de defenderse ante un ataque), forma física, plasticidad..., que hagamos del aiki, nos lo cuente quien nos lo cuente, sea un neófito o un 10ºDan, 

¡NO SERÁ AIKIDO!

El aikido, según las palabras de Ueshiba Sensei, es un camino de servicio, de ser-vi-cio. Cualquier consideración egoísta está fuera de lugar en su práctica. Hay que limpiar nuestro propio ki con el entrenamiento diario en el musubi, con la entrega generosa a la armonía. Entrenamos para aprender a servir, no para controlar, dominar o vencer. Ni siquiera hemos de permitirnos experimentar interiormente estas sensaciones cuando estamos en el tatami y comprobamos que nuestra técnica se hace más poderosa y “eficaz”.

El Fundador con Sunadomari
Si miramos la vida libre de esos condicionamientos de lucha y competencia, si la afrontamos contemplándola con los ojos de la armonía y el amor, con toda seguridad, la inmensa mayoría de las circunstancias, aparentemente hostiles, se resolverán sin necesidad de conflicto. Es más, si el conflicto, si la lucha deviniese inevitable y la afrontásemos limpiamente, sin influencia del ego, dejándonos llevar física, síquica y espiritualmente por musubi, dejaría en realidad de ser lucha y conflicto por estar obedeciendo las leyes universales. Así pues, Aikido es entregarse a la corriente de la armonía. En su práctica, en la práctica del Takemusu Aiki, se hace imprescindible comprender, aceptar y desplegar esta idea. 

Las palabras del Fundador que llevan a Sunadomari a hacerse la pregunta con la que empezamos este escrito son:


“Todas las cosas de la tierra son una función del amor universal; por tanto, el espíritu universal es la verdadera unificación y armonía de todas las cosas. Cada persona debe esforzarse por realizar y llevar a cabo esta misión. El aikido es el camino que lleva a la fructificación del verdadero espíritu de armonía universal”.

¡No sólo hemos de practicar aiki, musubi, en el dojo, hemos de traspasar los límites psicofísicos de sus cuatro paredes y hacer del mundo, del universo entero, nuestro dojo! Todo está en armonía, ¡es armonía!, y nuestro fin como seres humanos es no entrar en disonancia con ella, sino, servir a su consecución. Limpiar nuestro ki interior, nuestra energía, dirigiéndola hacia el amor y la concordia, en lugar de al conflicto. Musubi es también misogi. Hemos de ser constantes en esto, es para toda la vida ¡Shugyo!

Fuente: extraido del Artículo de Mi Maestro Lucio Álvarez LaderaREALIZAR SHUGYO

viernes, 2 de diciembre de 2011

MÚSICA: Madre Tierra

Qué difícil cantarle a tierra madre
Que nos aguanta y nos vio crecer
Y a los padres de tus padres y a tus hijos, los que vendrán después
Si la miras como a tu mama
Quizás nos cambie la mirada
Y actuemos como el que defiende a los suyos y a los que vienen con él

La raíz de mis pies yo sentí,
Levanté la mano y vi
Que todo va unido, que todo es un ciclo: la tierra, el cielo y de nuevo aquí
Como el agua del mar a las nubes va
Llueve el agua y vuelta a empezar
Oye, eee
Grité, grité
No, no, no lo ves
Va muriendo lentamente
Mama tierra, mother earth
Grité, grité
No, no, no lo ves
Va muriendo lentamente
Mama tierra, mother earth

No se trata de romper ventanas, ni farolas, ni de caras
Mejor romper conciencias equivocadas
Oye, nadie nos enseñó ni a ti ni a mí
Nadie nos explicó ni a ti ni a mí
Mejor aprender, que corra la voz y quizás conseguir


Bombeando tierra madre dice,
Bombeando tierra madre te dice basta
Bombeando, bombeando a tierra madre escuché
Bombeando tierra madre dice ponte en pie
Bombeando ponte en pie
Bombeando tierra madre dice ponte en pie, mírame

Grité, grité
No, no, no lo ves
Va muriendo lentamente
Mama tierra, mother earth
Oh mama reclama
Se le apaga la llama
Y esto no es de hoy, ya tiempos atrás voy hoy 

Décadas degradando
Ya mama reclama
Se le apaga la llama
Se la venden hoy
De lo que fue a lo que es hoy
Se le magnifican sus latidos hoy

Llaman llaman, mama tierras llaman
Ya que las manejan sin plan
Demasiadas cavan, otras se caen, luego frutos no dan
Llaman llaman, mama tierras llaman

Oídos sordos les hace el man
Miradas se tapan
Contaminan hasta que eliminan
Grité, grité
No, no, no lo ves

Grité, grité
Va muriendo lentamente
Mama tierra, mother earth
Grité, grité
No, no, no lo ves
Va muriendo lentamente...

FUENTE: Macaco