miércoles, 21 de marzo de 2012

Las puertas del paraíso

Un samurai se presentó delante del Maestro Zen Hakuin y le preguntó:
-¿Existen realmente el infierno y el paraíso?

-¿Quién eres tú? - Preguntó el Maestro.
-Soy el samurai...

-¡Tú, un guerrero! - Exclamó Hakuin. Pero mírate bien ¿qué señor va a querer tenerte a su servicio. Pareces un mendigo. 

La cólera se apoderó del samurai. Aferró su sable y lo desenvainó. Hakuin continuó:
-¡Ha, incluso tienes un sable! - Pero seguramente eres muy torpe para cortarme la cabeza. 

Fuera de sí, el samurai levantó su sable dispuesto a golpear al maestro. En ese momento éste dijo:
- Aquí se abren las puertas del infierno.

Sorprendido por la seguridad tranquila del Monje, el samurai envainó el sable y se inclinó respetuosamente.
-¡Aquí se abren las puertas del paraíso!

5 comentarios:

  1. Que ganas de jugarse el pellejo este monje Zen, algún día va a tener un disgusto y luego nos lamentaremos... xD

    Gracias Jesús!

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  2. Si, el índice de mortalidad en esa zona es alto...;D

    Gracias a los dos por venir.

    PD:sstupenda nevada está cayendo...;O

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  3. Gracias Jose Vicente,
    me alegra leer que te ha gustado.
    es una reflexión muy sensilla, parece básica, pero está claro que contiene un mensaje claro, directo y contundente.

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