lunes, 3 de octubre de 2011

En el tatami... (III)

" El dominio del Arte del Aikido debe estar imbuido en la habilidad de guía, pero no con la amenaza y la fuerza del castigo. La alineación. la exploración y la guía deben llevar al más recalcitrante antagonista por caminos que preserven su sentido del yo, disipen las energías improductivas y restablezcan el equilibrio de una existencia compartida.

Si unos dirigen, entonces los otros tienen que seguir. Por medio de la práctica del ukemi y sus giros,ajustes en el aire y escapes, los practicantes aprenden a protegerse de las consecuencias de la agresión y la resistencia.

Los alumnos emergen de la formación girando hacia el frente, hacia atrás, hacia los lados y por encima desde distancias seguras, cercanas al suelo, hasta quedar en hinojos, luego de pie y finalmente listos para actuar.
El Ukemi es la protección que permite realizar ajustes en las relaciones y los encuentros. El ukemi da tiempo para reflexionar sobre nuestras acciones sin poner en peligro la integridad. El ukemi permite la flexibilidad para ajustar el cuerpo, la posición , la alineación en respuesta a las acciones que enfrentamos en el "combate".


Observando a mi Maestro mientra ejecuta una técnica de Jo - Dori...

Seguir la guía es otro aspecto del Arte del Aikido, pues tanto uke como tori desarrollan su capacidad de conciencia y comunicación. Ambos participan en el proceso de aprendizaje, conforme los elementos del arte manejan las situaciones independientemente de las circunstancias del encuentro. Lo que al principio es la resolución de la agresión, se convierte en una interrelación en la que el cuerpo, la mente y los movimientos se funden en un encuentro pasajero en el camino de la vida.

Nuestro lenguaje tiene el poder de animar, confundir, condicionar, dominar y destruir. Las acciones, las circunstancias y los valores se describen con palabras que fijan el pensamiento. Las dualidades de bueno y malo. correcto e incorrecto, atacante y defensor, maestro y alumno, causa y efecto, y seguir y guiar establecen marcos de "esto o lo otro" que matizan el pensamiento y las acciones. Para que haya un "Líder" debe haber un "seguidor", de no ser así los conceptos de Lider y Seguidor se desmoronan.... Pero si prescindimos de las palabras ¿Qué queda del Arte?

El arte del Aikido es una interacción en la que yo entro en relación con usted y usted entra en relación conmigo. Va más allá de los paradigmas de atacante y defensor. El aikido cultiva uniones en las que la vida sólo es y el indivído crea su experiencia. Todas las palabras que establecen distinciones pierden su poder de control sobre nuestro pensamiento y las acciones. En las interacciones de la experiencia nos mantenemos conectados, con el espíritu y las energías fundidos en nuestra realidad. Cada uno elige la experiencia, pero,¿Quién es el "todo" que organiza la mente que moldea nuestro pensamiento?"



- Extraído del libro: Aikido: el Camino de la armonía espiritual y la unión con el Universo. Dr.Stan Wrobel -

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