martes, 25 de octubre de 2011

La mirada hacia adentro...

“Cuando tu conciencia se dirige hacia afuera, surgen la mente y el mundo. Cuando se dirige hacia dentro alcanza su propia Fuente y regresa a casa, a lo No Manifestado" - Eckhart Tolle

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De manera sorprendente, descubro como las formas externas del Budo como la de tantas otras cosas que podemos hacer en la vida, son solo eso: formas, pues es si no, concentrarse un poco y permitirse descubrir como en el fondo, se halla un mismo principio, que es un camino a la depuración del ser humano en todas sus dimensiones.

Todas las expresiones humanas en las Artes Marciales, naturalmente tienen que ser distintas como lo son las personalidades de los individuos, y en verdad es atrayente presenciar tanta diversidad pero ahí un momento en que todo confunde, pues nuestra mirada se encuentra atrapada en las formas y solo podemos ser testigos unas y participes otras, de las contradicciones y conflictos que inevitablemente surgen.

Esto da vía libre y generalmente acrecienta cualidades poco virtuosas que todos tenemos; entonces entramos a combatir para defender estandartes e ideales de la forma que elegimos como la correcta, luchando por establecer el “debe ser así”, al tiempo en que nos convertimos en ecos inconscientes de esa oscuridad que nos instiga a someter a nuestro contradictor.

Por supuesto, esto hace relucir lo peor de nosotros mismos; pues hemos dirigido nuestra mirada a las formas, que tan diferentes y distantes parecen amenazarnos en nuestras fortalezas, que no son mas que penosas “fragilidades” disfrazadas, no hay otro camino más que aferrarnos a nuestra bandera como si de un escudo se tratara…. pues nos aterroriza perder la “forma” que escogimos, por que pensamos que ésta es la que nos define en lo mas profundo.

Podemos darnos cuenta que, este conflicto entre “formas” es solo la pantalla de un enfrentamiento mayor, en donde las otras formas y quienes practican estas otras formas, son blanco de toda nuestra frustración ególatra que se debate entre la duda y el miedo, reafirmándose y reproduciéndose continuamente en todas partes a nuestro alrededor, entonces este demonio intenta defenderse al distanciarnos a través de las formas, cada vez más de nuestro propio ser, uno que es inevitablemente luminoso y poderoso.

Las formas, infinitamente variadas y distintas se encuentran por doquier a simple vista… en tanto la esencia que es una y que también se encuentra a nuestro alrededor, no esta sino a la mirada de aquel que sabe mirar, cuya mirada penetra la forma y extrae la esencia.

Máxima es la labor del Artista Marcial pues debe renunciar a la arrogancia, al pesar del bien ajeno y al resentimiento tenaz, para cuando abandone el sufrimiento pueda extenderse y crecer en un nuevo estado en donde la verdadera armonía se manifieste por completo en su mundo.
Intentar entonces dirigir la mirada a la esencia y no a la forma, es lo mismo que dejar de mirar hacia fuera e intentar mirar hacia dentro, hacia sí mismo.

Esta mirada es para rebelarse contra el servilismo de la repercusión ególatra de dudas y miedos, para dejar de darle importancia a las apariencias y valorar la realidad de aquel corazón ó esencia que sostiene la espada ó la forma.Esta mirada es para abandonar el conflicto y disponerse a aceptar todo porque deseamos superarlo todo.


Fuente Alejandro Estrada - bushidojo.blogia.com

2 comentarios:

  1. Muy buena reflexión, muchas gracias por compartirla!

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  2. "...Máxima es la labor del Artista Marcial pues debe renunciar a la arrogancia, al pesar del bien ajeno y al resentimiento tenaz..."

    me encanta esa parte...es difícil, si, pero para eso estamos en ello.

    ;)

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