La batalla de Sekigahara (関ヶ原の戦い Sekigahara no tatakai?) fue una batalla decisiva en la historia de Japón que tuvo lugar el 21 de octubre del año 16001 (Keichō 5, decimoquinto día del noveno mes según su antiguo calendario)4 en Sekigahara (hoy prefectura de Gifu). Durante este conflicto se enfrentaron los ejércitos de las dos principales facciones del país: por una parte, quienes consideraban que Toyotomi Hideyori, hijo de uno de los grandes unificadores del Japón, Toyotomi Hideyoshi, era quien debía convertirse en el dirigente del país. Por otra parte, la facción de los que apoyaban a Tokugawa Ieyasu, uno de los daimyō (señores feudales) más prominentes del país, para que se convirtiera en el dirigente.
La victoria del «Ejército del Este» de Ieyasu le mereció pasar a la historia como «El último de los grandes unificadores de Japón» junto con Oda Nobunaga y Toyotomi Hideyoshi.5 Además, le despejó el camino para que obtuviera el título de shōgun, máxima autoridad política y militar en Japón durante esa época. A partir de entonces se establecería el shogunato Tokugawa, el último shogunato de la historia y el cual duraría más de 250 años al frente del gobierno.
La importancia de esta batalla, desenlace de toda una campaña militar, radica en que debido a su resultado el país saldría de una época de constantes conflictos y luchas internas. Se establecería además una paz casi absoluta a lo largo y ancho del archipiélago, sólo interrumpida por revueltas menores hasta el regreso del Emperador de Japón como máxima autoridad durante la Restauración Meiji en 1866 - 1869.
Aunque no se sabe con exactitud la cifra de los soldados presentes en el campo de batalla, la mayoría de los académicos asegura que entre 170.000 y 200.000 guerreros se dieron cita ese día, e incluso algunos aseguran que esta fue la mayor batalla en suelo japonés de su historia.
fuente: Wikipedia. La Batalla de Sekigahara
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