Los cambios tan abruptos y masivos en la cultura japonesa, tales como en el caso de la vestimenta, les resultaba a los samurái como una traición del jōi, parte del Sonnō jōi, que había servido para justificar la expulsión del shogunato Tokugawa.
Saigō Takamori, uno de los líderes más viejos en el Gobierno Meiji, estaba particularmente preocupado por la creciente corrupción política y después de una serie de diferencias con el gobierno, renunció a su cargo y se retiró al dominio de Satsuma donde estableció academias donde todos los estudiantes tomaban un entrenamiento e instrucción en tácticas de guerra.
Las noticias acerca de las academias de Saigō fueron recibidas con gran preocupación en Tokio. El gobierno acababa de hacer frente a algunas pequeñas pero violentas revueltas de samurái en Kyūshū y el número de partidarios con que contaba en la región de Satsuma resultaba alarmante.
El 12 de febrero de 1877, Saigō se reunió con sus terratenientes Kirino Toshiaki y Shinohara Kunimoto y anunció su intención de marchar a Tokio para entrevistarse con el gobierno, por lo que sus tropas comenzaron a avanzar.

Durante el asedio, muchos de los ex-samurái de Kumamoto desertaron hacia el bando de Saigō, aumentando sus fuerzas alrededor de los 20.000 hombres. Mientras tanto, el 9 de marzo, Saigō, Kirino y Shinohara fueron despojados de sus cargos y títulos oficiales desde Tokio, a lo que Saigō argumentaba que no era un traidor, sino que sólo buscaba quitarle al emperador de las malas influencias de consejeros equivocados y corruptos.
El principal contingente de la Armada Imperial, bajo las órdenes del General Kuroda Kiyotaka, con la asistencia del General Yamakawa Hiroshi, arribó a Kumamoto en auxilio de los ocupantes del castillo el 12 de abril, haciendo que las tropas de Satsuma, que ahora estaban en completa desventaja numérica, huyeran.

Después de la muerte de Saigō, Beppu y el último samurái en pie alzaron sus espadas y se dirigieron cuesta abajo hacia las posiciones imperiales, hasta que cayó el último por los disparos de las ametralladoras Gatling. Con estas muertes, la rebelión Satsuma llegó a su final.
Saigō Takamori fue etiquetado como un héroe trágico por la gente el 22 de febrero de 1889 y el Emperador Meiji perdonó a Saigō post-mortem en 1891.
Actualmente es considerado por algunos historiadores como el verdadero último samurái.
Actualmente es considerado por algunos historiadores como el verdadero último samurái.
Fuente:wikipedia
Muchas gracias, habrá tenido tiempo de escribir un poema antes de su muerte?
ResponderEliminarMuy acertado el comentario ;)
ResponderEliminarSi por alguna razón que se nos escapa a entender no lo hizo , la Historia se lo ha escrito...
Recuerda que la histotia pa suelen escribir los vencedores... En cualquier caso, es un relato hermoso y cargado de simbolismo. Gracias por compartirlo.
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