y cocina cuando cae el sol
gente que acompaña gente en hospitales, parques
gente que despide, o que recibe a gente en los andenes
gente que va de frente
que no esquiva tu mirada
y que percibe en el viento cómo será el verano
cómo será el invierno.
Dos, tres horas para disfrutarte
y dos de cada siete días para darte
un pasaje en la más bella historia de amor.
Dos, tres horas para contemplarte
y dos de cada siete días para darte
me acomodo en un rincón de tu corazón.
Gente que pide por la gente en los altares
en las romerías
gente que da la vida, que infunde fe
que crece y que merece paz
gente que se funde en un abrazo en el horror
y que comparte el oleaje de su alma
gente que nos renueva la pequeña esperanza
de un día vivir en paz.
Dos, tres horas para disfrutarte
y dos de cada siete días para darte
un pasaje en la más bella historia de amor.
Dos, tres horas para contemplarte
y dos de cada siete días para darte
te acomodo en un rincón de mi corazón.
Para vivir así en miradas transparentes
recibir su luz definitivamente
nubes van y van y van pasando
pero aquella luz nos sigue iluminando.
Qué fresca es la sombra que ofrecen
qué limpia el agua dulce de sus miradas
es por ti que empiezo un nuevo día
hay ángeles entre nosotros....
Muchas gracias, una canción tan especial viene bien un martes por la mañana:)
ResponderEliminarAnoche, al salir de entrenar reflexionaba sobre la gente que trata de poner su granito de arena para tratar de aliviar el lado tenebroso y oscuro de las cosas que pasan en el día a día. Creo que los aikidokas pertenecemos a esa gente que trata de crear conciencia positiva y unirse al grupo de los que intentan ayudar...
ResponderEliminarUn abrazo