Bokuden, gran Maestro del sable, recibió un día la visita de un colega.Con el fin de presentar a sus tres hijos a su amigo, y mostrar el nivel que habían alcanzado siguiendo su enseñanza, Bokuden preparó una pequeña estratagema: colocó un jarro sobre el borde de una puerta deslizante de manera que cayera sobre la cabeza de aquel que entrara en la habitación.
Tranquilamente sentado con su amigo, ambos frente a la puerta, Bokuden llamó a su hijo mayor. Cuando éste se encontró delante de la puerta, se detuvo en seco. Después de haberla entreabierto cogió el vaso antes de entrar. Entró cerró detrás de él, volvió a colocar el jarro sobre el borde de la puerta y saludó a los Maestros.
- Este es mi hijo mayor – dijo Bokuden sonriendo -, ya ha alcanzado un buen nivel y va camino de convertirse en Maestro.
A continuación llamó a su segundo hijo. Este deslizo la puerta y comenzó a entrar. Esquivando por los pelos el jarro que estuvo a punto de caerle sobre el cráneo, consiguió atraparlo al vuelo.
- Este es mi segundo hijo – explicó al invitado -, aún le queda un largo camino que recorrer.
El tercero entró precipitadamente y el jarro le cayó pesadamente sobre el cuello, pero antes de que tocara el suelo, desenvainó su sable y lo partió en dos.
- Y este – respondió el Maestro – es mi hijo menor. Es la vergüenza de la familia, pero aún es joven.
Fuente: tradicional Zen
Buena historia, quisiera poder reaccionar como el tercero;)
ResponderEliminarBuenas noches...!!
ResponderEliminarseguro? jajaj...te referirás sólo a los reflejos ¿no? ¿quien ha aprendido más de los tres? :)
hablando de hijos acabo de llegar de Avila porque mi hijo se equivocó de tren y he tenido que ir al rescate...Marrrdito ninniiiu!!!
ResponderEliminarSupongo que el mayor que ya sabía lo que le esperaba, pero las reacciones de los otros dos tampoco estaban mal.
ResponderEliminarBueno disfrutaste de una salida imprevista:) yo sólo hablé con ellos y aunque se equivoquen de tren mas vale que se busquen la vida, porque coger una avión para ir al rescate creo que no merece la pena:)El otro día se les ocurrió ir a ver una cascada, no se por donde y dejaron las toallas y la nevera en un sitio, despues de encontrar la cascada oscureció y cuando llegaron no habia toallas ni nevera, pero si la bolsa con los bocatas, los ladrones pensarian que era basura..
Buenos días,
ResponderEliminara mi entender el cuento trata de hacer ver que con independencia de las técnicas de sable que el padre les enseñó, también , sino más todavía, es imprescindible, el actuar con prudencia, cautela, inteligencia, etc...
Respecto a "mein jüngste Sohn" sólo tiene 14 años y se llevó un buen susto ( él y su amigo que le acompañaba).... ainsss!!!
Sustos así los espabilan, mi benjamin también tuvo varios sustos para espabilarse, en 3º de la ESO cuando suspendió 6 en el 2do trimestre, luego reflexionó y aprobó el curso limpio.. Y este año se le pasó el tiempo para matricularse y creo que recién ahora, que ya pudimos hacer el traslado de expediente por fin y la carta con el papel para la matricula está en camino, respira aliviado;)cosas que se hubieran evitado informándose y haciendo las cosas a su tiempo..
ResponderEliminarcomo decía Bokuden pero con algún cambio: no son la vergüenza de la Familia pero si son muy jóvenes todavía... Ahora me acuerdo de mi en esa época, creemos que nos comemos el mundo y en cuanto pinta en bastos...jajajaj
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